¿Qué hacer cuando no sabes qué hacer?

Conozco la sensación: estás cansada de la misma situación de siempre, esa de la que te encantaría escarpar, pero pareces estar atrapada. Te sientes perdida, harías cualquier cosa para que algo cambiara y consiguieras acercarte a aquello que buscas, pero eso nunca llega y empiezas a pensar que nunca sucederá, que no está para ti.

Entonces, ¿qué puedes hacer cuando te sientes perdida?

La inseguridad, la falta de confianza y el miedo te bloquean, no te permiten pensar con claridad ni tener aquella idea que provoque ese “¡eureka!” O quizás ese milagro que esperas que ocurra y, cuanto más te agobias, más te bloqueas.

El primer paso es parar en seco esos pensamientos, ya sé que no es cosa fácil, pero si has leído mi libro Mereces ser feliz o has realizado el curso que lleva el mismo nombre, ya conoces las herramientas que te ayudarán a frenar esos pensamientos para que dejen de hacerte daño.

El segundo paso es trabajar en tu fuerza vital y, créeme, en todo momento vas a poder trabajar en tu fuerza vital.

La única manera de saber lo que debes hacer, seas la persona que seas, es activar tu fuerza vital, porque tu fuerza vital es la única parte de ti capaz de guiarte cuando te sientas perdida.

Pero, ¿qué es exactamente y cómo puedes trabajarla? Tu fuerza vital es la relación que mantienes con tu cuerpo, otras personas y contigo misma. Puedes verlo como una pirámide:

  1. La relación con tu cuerpo es todo lo que haces para que funcione de forma correcta: descansar bien, comer comida saludable, practicar algo de ejercicio… En el momento en el que empieces a hacerte cargo de tu cuerpo vas a empezar a sentirte mejor y tu mente estará mucho más despejada, alegre y creativa.                                                                                                                          
  2. La forma en la que te relacionas con otras personas también influye. Sé que cuando “no estás de ánimo” no te apetece ver a nadie y puedes convertirte en una ermitaña e incluso hasta anti-social. Pero necesitamos relacionarnos, está en nuestra naturaleza el compartir momentos con los demás. Piensa, ¿cuántas relaciones has ido perdiendo por no cuidarlas? Puede que sea hora de recuperar a algunas y salir a tomar un café. También es importante que selecciones bien con la gente que te rodeas y si una relación te hace más mal que bien, es posible que haya llegado el momento de dejarla ir para dejar sitio a otra persona que te ayude en lugar de que te eche abajo.                                                                                                  
  3. La relación contigo misma. Esta parte es algo fundamental. Aunque no puedes saber lo que hay en tu subconsciente al menos que lo actives. Conocerte te va a ayudar a darle claridad a aquello que ahora mismo ves lleno de nubes, pero como te decía debes decidirlo. Ten una cita contigo, hazte las mismas preguntas que le harías a un desconocido y descubre más de ti, no temas encontrar algo que no te guste, porque si ese fuera el caso puedes cambiarlo si así lo decides tú. Una herramienta que puede ayudarte es escribir un diario. Y, si no te ves capaz de realizar este trabajo por ti sola, siempre hay profesionales dispuestos a ayudarte.

Quería compartir contigo estas herramientas porque sé lo mal que se pasa cuando te encuentras en un callejón sin salida. Estos pasos yo los sigo empleando cuando me “atranco” en una situación y no encuentro forma de darle la vuelta. No hay nada mejor como preparar una comida rica y sana, realizar un poco de ejercicio, cargar las pilas tomando un café en buena compañía y acabar el día escribiendo en mi diario.

Te invito a que pruebes estas herramientas y espero que te sean al menos igual de útiles que a mí.

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